Esta propuesta permitirá que los arroceros cuenten con 400 Hm3 que se dividirá en dos caudales, uno que irá directamente por el río, soltando agua en la presa de Alcalá con un caudal de 30 m3/segundo para satisfacer las necesidades de la margen derecha; y otro por el canal del Bajo Guadalquivir a razón de 9 m3/segundo para la margen izquierda.
Este reparto establece un margen de seguridad para que en caso de que se produzca un exceso de sal se pueda minimizar los daños del cultivo. Si durante más de tres días consecutivos se superan los 2,5 gramos de sal por litro toda el agua del arroz se enviaría por el río, por la presa de Alcalá, para unificar caudales e intentar reducir los niveles de sal.
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